Neptuno, el arquetipo que simboliza el mundo espiritual y el sentimiento de conexión con un todo y/o una realidad superior, que retrata los sueños e ilusiones, y también las olas culturales y artísticas, en apariencia parece estar sumiéndonos en un mal sueño. ![]() Ya habrás escuchado de otros colegas astrólogos que la activación de Neptuno en los cero grados de Aries es un momento poderoso, más aún cuando Neptuno y Saturno coinciden en el mismo signo y grado (0°45’ de Aries, el 20 de febrero de 2026). Los cero grados de Aries son críticos, simbolizan comienzos, nacimientos y nuevas manifestaciones, un llamado a la acción en torno a un sueño, en el caso de Neptuno, y un nuevo orden social que encarne el sueño colectivo, en el caso de la conjunción con Saturno. Los ingresos de Neptuno suelen manifestarse más claramente a través del sentimiento general y el ambiente cultural que nos rodea, a menos que esté contactando un punto importante de nuestra carta, haciéndolo relevante a nivel personal. También se manifiesta cuando lo vemos en contacto con otros planetas exteriores. Por eso, los astrólogos a menudo revisamos momentos históricos en que Neptuno estuvo en el mismo lugar para entender su influencia, aunque se debe hacer con cautela, pues cada época tiene una configuración planetaria única. Si buscamos atrás en la historia, anécdotas hay varias, como el francés Orélie Antoine de Tounens, que se declaró con Neptuno en Piscis, Rey de la Araucanía y la Patagonia. Le pareció a él seguramente en un acto de inflación del yo, de lo más natural declararse dueño de un territorio habitado. Finalmente fue declarado loco y expulsado de nuestro país cuando Neptuno estaba en los primeros grados de Aries. Claro está, estaba Saturno en Libra, un lugar que iba a dar razón a la justicia. Que no es el caso de estos días en que Saturno se encontrará en Aries, un signo que no le es del todo afín. Antes de escribir cualquier cosa, sobre este nuevo e importante ingreso de Neptuno en Aries, decidí esperar señales para ver si una vez ingresados en esos cero grados, surgía alguna noticia o inspiración que me ayudara a comunicar algo más sobre este tránsito. Y lo más nítido no llegó a través de la revisión del paso histórico, sino que a través del periodista chileno, Daniel Matamala, en su programa: Lo Que Importa, donde entrevista a la analista internacional Paz Zárate, dentro de un capítulo llamado: El Nuevo Caos Mundial. En este capítulo, se discute sobre la figura del momento: Donald Trump, y ese nuevo tipo de liderazgo mundial que refleja tan bien el lado individualista, hostigador y matón del signo de Aries, que tiene el poder de destruir en unos pocos meses el orden mundial vigente por casi ochenta años. Su liderazgo personalista y sus medidas transgresoras resultan sorpresivas e inéditas para el siglo XXI, porque se saltan con descaro el derecho internacional con el fin de crear un nuevo orden general, donde se busca una clara esfera de poder e influencia como era la tónica hace más de un siglo atrás, es decir, grandes naciones o imperios del siglo XIX, donde el más pequeño debía a la corta o a la larga doblegarse o plegarse al más poderoso sin poder apelar a la justicia internacional. Es un mundo nuevo el que se nos plantea, pero también infectado de ideas viejas, lo que lo hace -por el momento- bastante confuso y peligroso. Neptuno, el arquetipo que simboliza el mundo espiritual y el sentimiento de conexión con un todo y/o una realidad superior, que retrata los sueños e ilusiones, y también las olas culturales y artísticas parece, en apariencia, estar sumiéndonos en un mal sueño. En el paso por Aries, habrá que plantearnos la disyuntiva (tal como describe el desafío Ariano, Steven Forrest): ¿Si seremos la presa o el depredador? En el mundo colectivo, económico y político, probablemente esta pregunta si sea necesaria, a lo menos durante los próximos tres años, si no más de una década. Sin duda, esta época, será un verdadero desafío para el cuerpo diplomático de cada país y también para el derecho, representado por su polaridad, en el signo de Libra. Las voces y liderazgos agresivos, los vítores de guerra comercial o territorial, y la contraparte de levantamientos o protestas en contra, formarán parte de este nuevo escenario donde líderes de diversos tipos intentarán marcar su área de influencia o bien nuevas alianzas para incidir. Veremos en todo ello algo de decadencia moral o faltas a la moral, que son típicas de los contactos Saturno/Neptuno, activos hasta 2027. Neptuno es un planeta que representa en el colectivo el tono emocional-ambiental, por lo que leyendo lo de más arriba puedes imaginar lo que es este nuevo cambio de época: de bastante inquietud, adrenalina, de lucha y sobrevivencia que no nos dejará indiferentes, y en ese ambiente deberemos tomar individual y colectivamente nuestras decisiones y cultivar nuestra compasión y deseos de alcanzar una consciencia más amorosa y justa. La polaridad con Libra se manifestará de manera evidente, creo yo. Ante un enfoque más agresivo y centrado en lo personal, representado en Aries, surgirán también nuevas voces e iniciativas para establecer justicia, belleza, paz, nuevos acuerdos y alianzas, así como movimientos civilizatorios que busquen equilibrar esta situación. El espíritu humano es inmenso, pero siempre destaca en la mayor de las adversidades. Siempre será, al menos para mí, un enigma el porqué en el ámbito terrenal, las luces y las sombras interactúan de manera tan crucial para que podamos elevar nuestra propia conciencia personal y colectiva. ¿Qué pienso que será indispensable tomar en cuenta de este nuevo sueño Neptuniano o ambiente colectivo? No poner todas las esperanzas de fuerzas redentoras en líderes que prometen arrasar con un problema-- El sueño o ilusión de Neptuno en Aries podría manifestarse como la expectativa de ser rescatados de nuestras miserias y problemas por esos líderes que parecen cautivadores por su fuerza y agresividad de carácter. Al transferir nuestra responsabilidad personal y moral a otros, ese sueño podría llevarnos a despertar en un lugar diferente al que deseamos para nosotros mismos y para los demás. Despertar globalmente ante la violencia que se desarrollaba de manera ciega y sorda-- Muchas veces, cuando Neptuno ingresa a un nuevo signo, nos confrontamos con una realidad que nos alarma y nos obliga a interactuar con los temas asociados a dicho signo, en este caso Aries. El cine o las plataformas audiovisuales, al ser un medio colectivo, estético y emotivo, facilitan la interacción y el intercambio de ideas sobre los mensajes de Neptuno. En Netflix, por ejemplo, la miniserie "Adolescencia" (hoy por hoy, una de las más vistas) invita a una reflexión más profunda sobre cómo una cultura de agresión moldea y afecta gravemente a nuestros niños y jóvenes. Jóvenes que prometen ser el futuro esplendor, confunden el video juego con la realidad ¿Puede no resultarte nuevo, cierto? pero el ingreso de Neptuno será una oportunidad más para sensibilizarnos a la cultura de la violencia y la realidad que estamos soñando despiertos o creando. No desmerecer el ámbito de influencia personal-- Hay muchos cambios e iniciativas que han hecho un cambio positivo en la humanidad, a través de la transformación y el cambio de la propia consciencia personal. No dejarse llevar por el miedo o por el deseo de pura adrenalina-- Aries es un signo donde se moviliza muchísima adrenalina y donde se moviliza la emoción del miedo paralizante o el otro lado de la moneda, la actitud del corajudo. Neptuno es un planeta que a veces puede poner alas a la fantasía, llevándonos a ver enemigos donde no los hay o bien a lanzarnos en campañas heroicas destempladas. Chequear antes de actuar o lanzarnos, nunca estará de más. Buscar la propia liberación interior y la verdad espiritual. El cultivo de la propia espiritualidad puede ser algo que ayude a sobreponerse al ambiente que a ratos parecerá descarnado. Por lo tanto, buscar la propia liberación interior y la verdad espiritual que siempre es un llamado interior, puede que para algunos tome el carácter de urgente o prioritario. No para escapar, sino para en medio de la tormenta, no perder perspectiva. Buscar la verdad y mantenerse abiertos a la corroboración-- Sin duda, Neptuno, dentro de todos los arquetipos planetarios, siempre es el que más nos inclina a un cambio de perspectiva. Pues nos enfrenta a un juego de ilusiones y desilusiones. Lo que inicialmente parece ser una cosa, a menudo se transforma en otra, motivándonos a explorar en las profundidades y averiguar cuál es la verdad final de la realidad. Activar el deseo de individuación-- La individuación, es un término acuñado por C. G. Jung, y aunque la individuación es difícil de explicar de forma sencilla, significa algo así como convertirse en una versión más completa y honesta de uno mismo. Podemos decir que es madurar más allá de una perspectiva y una identidad limitada o condicionada, aceptando en el camino nuestros propios claro-oscuros. No tiene nada que ver con un estado de indiferencia ante las situaciones externas y/o las luchas internas por el contrario, nos ayuda a ver la realidad de forma más consciente, abrazando su complejidad y no temiendo tocar los diversos ángulos de ésta o contravenir a la autoridad. Desarrollar y confiar en la intuición-- Finalmente, en su paso por Aries, siendo éste un signo de fuego, habrá que utilizar y desarrollar muchísimo la intuición, aclararla, ponerla a prueba para lograr traspasar lo aparente y saber orientarnos en un mundo veloz e incierto. Cuando la persona se conoce más a sí misma, la intuición puede ser una excelente brújula interna tanto en el mundo interior como en nuestra interacción con la realidad. Nos permite ver más allá y percibir cuál es el máximo potencial que hay en lo que se nos hace presente. ¿Estás abierto a navegar por estas aguas candentes? Los signos más afectados o movilizados por el paso de Neptuno en Aries, serán: Aries, Cáncer, Libra y Capricornio. Los signos que podrán desarrollar talentos o sentir facilitado su camino, serán: Acuario y Géminis, Leo y Sagitario. ![]() Foto a la Derecha: Orélie Antoine de Tounens, que se declaró con Neptuno en los últimos grados de Piscis, Rey de la Araucanía y la Patagonia y fue expulsado del país en 1862, con Neptuno en los primeros grados de Aries.
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Alice Thomas
Psicóloga Clínica, Astróloga Categorías
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